LABIOS SUAVES: Antes de empezar a poner cualquier tipo de color, es muy importante que tus labios estén suaves y humectados. Utiliza un cepillo de dientes de niños húmedo para exfoliarlos con delicadeza, después ponte un poco de humectante labial y deja que se absorba.
DELINEADOR: Con un lápiz cremoso delinea tus labios. Utiliza el mismo lápiz para colorear tus labios, esto ayudará a que cuando pongas tu labial, éste se mezcle mejor y dure más.
PINTALOS: Utiliza una brocha para labios en vez de ponerlo directamente del tubo, así no sólo lograras pintarte con más precisión sino que también ayudarás a que el color se absorba mejor y dure más tiempo.
BRILLO: Pon un poco de gloss transparente en el centro de tus labios para darles una apariencia más voluptuosa.
CORRECTOR: Utiliza una brocha pequeña para aplicar un poco de corrector en el contorno de tus labios. El uso del corrector no sólo hará que el color resalte, sino que también te ayudará a eliminar algún error o manchita que se te haya ido sin tener que despintarte toda.
Como paso final coloca un dedo entre tus labios y ciérralos con firmeza para retirar cualquier exceso de labial y evitar manchar tus dientes.
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